jueves, 2 de julio de 2009

Ñoranzas 2.

Estábamos de nuevo mi hermano y yo hablando de la vida y sus detalles. Ya saben, que si la inflación, que si la lavadora la dejé prendida, que si no lavé los platos, etc., cuando de pronto la conversación me llevó a comentarle que encontré algunos posts ofensivos hacia mí en Internet. Le contaba que mejor me convenía irme acostumbrando, porque hay de todo en la viña del señor. No sólo hay lovers, también hay haters y de esos hay muchos. Yo insistía en mantener una actitud de "Que hablen bien o que hablen mal, pero que hablen", cuando de pronto me dijo (refiriéndose a uno de los que me tiró hate): –Ahorita mismo le voy a poner un hasta aquí.–

Lo percibí enojado y decidido. Yo no quería que contestara nada.

–¿Qué ganas con eso?–, le pregunté. 
–¿Cómo que qué?–, contestó. –Pues ponerlo como Dios puso al perico.–

Yo quedé en silencio unos instantes. Lo había dicho con tanta convicción que no me quería atrever a preguntar nada. Pensé, Dios quizás puso al perico en una jaula o a lo mejor lo puso solo a repetir estupideces o lo puso torpe, no sé. Al final, mi curiosidad pudo más y entonces me decidí: –¿Y cómo puso Dios al perico?–

–Pues verde.–


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